marzo 29, 2024

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Una semana con oxígeno y buenas noticias | Adelante …

La victoria del presidente Louis Ars en Bolivia oxida la imagen regional y confirma un logro político. Los dirigentes del MAS decidieron competir como adversarios, a pesar de la persecución y represión y la proscripción del expresidente Evo Morales, deportado desde hace décadas. Jugaban como espectadores, con la cancha cayendo, caían.

Utilizaron la acción directa para obligar al ex presidente John Aziz a dejar de retrasar las elecciones. Movilizaron su militancia en un entorno amenazador. Pudieron convertir los votos de Evo en «Lucho» Ars (aumentarlos y ser más estrictos).

Evo también contribuyó a la santificación de la fórmula al mantenerse alejado de Bolivia. Respetó su palabra ayer y se perdió de ir al arbitraje.

El presidente Alberto Fernández viajó allí con numerosos pergaminos. Evo y el exvicepresidente Álvaro García Linera se refugiaron primero en México y luego en Buenos Aires, sin asegurarse de escapar de la venganza de la derecha. Mauricio Macri, que aún vive en Gaza Rosada, reconoció a Aces y se apresuró a dejar a Evo a su suerte … o desgracia o tragedia.

Los críticos prudenciales señalaron que Fernández estaba equivocado. Argumentan que olvidarse de los derechos humanos y dar la mano a los Yankees y sus aliados del sur es la política exterior correcta. Consejo equivocado AF ignorado.

Predijeron que Evo usaría a Argentina como una nueva variante del centro rebelde. Organizaré marchas provocativas y masivas hacia la frontera entre nuestros países. Esto provocará la turba y desestabilizará al político AJS. Morales actuó con tranquilidad, no se batió ante una serie de provocaciones, empoderó a sus colegas y pidió a los bolivianos sobriedad, compromiso y votos.

Ganaron y eso fue un comienzo. Lo impulsa una derecha violenta y antidemocrática. Las condiciones económicas y de salud son aterradoras y se necesitan respuestas urgentes. De todos modos, se abre una nueva y prometedora escena.

Argentina ya no está rodeada de regímenes de derecha. Entre ellos, Chile recibió un pulso electoral que podría realzar la historia del vecino país.

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Por Trump, no te extrañaremos: Los sistemas democráticos son reformadores (en el mejor de los casos), dialécticos, los cambios suelen ocurrir lentamente, son reversibles. Joe Biden, el presidente electo de Estados Unidos, no ha dado motivos para enamorarse. Pero de cualquier manera, la derrota de Donald Trump es lo mejor que puede suceder. O peor aún, si quieres que siga siendo así.

En última instancia, la nueva situación es menos amenazante que la reelección de Trump. Racista, islamófobo, científico descarriado, defensor de un grupo de Sokopares que se han creado a sí mismos en varios estados. La reevaluación habría verificado y enfatizado esas políticas. Existe el ejemplo para otras partes del mundo, sin linealidad.

Biden ni siquiera debería ser un progresista según el estándar de los Yankees. Pero muchos de sus votantes. Minorías valiosas, sectores perseguidos y discriminados ganaron este fin de semana.

Se está poniendo de moda señalar que los líderes demócratas son militantes (desde Harry Truman hasta John F. Kennedy, incluso Barack Obama en menor medida). La confirmación no embellece ni perdona a los republicanos. Ronald Reagan fue agresivo en nuestra región, su liderazgo neoconservador lubricando las olas globales.

George W. Bush lideró la masacre y la devastación catastrófica en el Medio Oriente mientras aflojaba las garantías constitucionales en su país en su cruzada contra el terrorismo. Se argumentó que esos años fueron buenos para América del Sur porque el Departamento de Estado “se olvidó de nosotros”. Vale la pena hacer dos objeciones: fueron favorecidas por la acción de los líderes mayoritarios de América del Sur; No por la ayuda de Kringos. Pero, además, la distancia no es perfecta. Las «embajadas» o la Casa Blanca controlaban Bolivia y Venezuela, las rodeaban tanto como podían y organizaban teorías de conspiración. Fortalecieron a Colombia porque, debido a su afiliación de derecha, estuvieron en parte al frente de la persecución militar a la patria de Hugo Chávez.

Según Trump, esto es similar a un historial médico de su CV en relación al Sur y Argentina. Apoyó a Macri, socio comercial y aliado ideológico.

Jugó un papel clave en la obtención del Fondo Monetario Internacional (FMI) para proporcionar el exceso de deuda que nos sumió en la recesión.

Agregó el Mauricio Clover Corona al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), traicionando contratos preexistentes con una larga tradición.

Con Añez, la mejor ola. Arrumogos con el presidente brasileño Jair Bolsanaro, su clon no representado.

Uno de los primeros gestos diferentes de Biden fue su regreso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para oponerse a las tendencias negacionistas del planeta y fortalecer el sistema internacional. Da sentido común a las relaciones internacionales.

Blake nos motiva a buscar menos maldad y reducir el daño. Biden cumple ese papel. La recepción, cuando dura, es sin mucha emoción.

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La extraña soledad de Alberto: Aislado del extraño mundo presidencial, el Sr. Alberto Fernández. Contribuyó al retorno de la democracia a Bolivia. Partir y hablar con los presidentes de Francia y España. Ayer tuvo una charla amistosa con Pablo Iglesias.

Llegó a un acuerdo con Vladimir Putin para recibir la vacuna Spotnik, la mejor esperanza del mes contra el Gobierno-19. Mendigar y dar limosna a Rusia: Se están negociando con laboratorios de otros países.

Todas las pruebas se realizan contra reloj y la compra se reconoce como «en riesgo»: las vacunas no se utilizarán hasta que se hayan cumplido todos los requisitos de la comunidad médica internacional.

El gobierno emitió varios mensajes cruzados, otros con persistentes errores de comunicación. Después de un barrido limpio, existe la posibilidad de comenzar con las vacunas al final del año. No estoy seguro hasta que se completen todas las pruebas requeridas.

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Pero una expectativa se abre y se fortalece porque el gobierno no pone todos los huevos en una canasta.

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Alivio, una vez: El propósito del Fondo Monetario Internacional será hasta antes del Día de Acción de Gracias. Siempre que el gobierno quiera llegar a un acuerdo rápido. Sin dinero durante muchos años. Sin cambios en el gasto público, el inicio (y no la pompa) de la actividad económica se estrangulará. Para coordinar la redistribución regresiva del ingreso en epidemias, el sistema local predice (prefiere) el ajuste. Prometen no tocar el presupuesto 2021 en La Rosada y la economía. Dado que no es tan importante en lo que a inversión social se refiere, esta forma es la mejor. La División Económica del Gabinete espera que el crecimiento (en parte, por supuesto) cambie las emisiones y dirija el gasto público.

La protección adecuada del presupuesto ahora no tiene el ímpetu del administrador para un «impuesto a las grandes fortunas». Alberto Fernández regañó a la Cámara de Diputados por no manejar la reforma judicial, pero no dijo nada sobre ese progresivo y necesario homenaje. Una mala señal se puede arreglar animándola.

De todos modos, fue una buena semana para el partido gobernante. En el centro de la escena, con buenas noticias relacionadas con la salud y el socorro en el ámbito internacional. Esto no es pequeño en la era de la distopía; No es suficiente, pero sí alivio. Similar a lo que pasó con la multitud de cotizaciones de dólares en la ciudad de Buenos Aires.

Mientras tanto, incluso el pueblo chileno, boliviano y estadounidense demostró que el voto todavía pesaba, dándoles motivos para celebrar desde lejos. Especialmente a los vecinos, por supuesto.

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