Activista argentina dice que ya no hay lugar para dictaduras en el continente

La activista argentina de derechos humanos Estela de Carlotto, presidenta del grupo Avós da Praça de Mayo, ha repudiado la posibilidad de que los militares regresen al poder en América Latina, como han predicado algunos grupos en protestas callejeras en Brasil y otros países del continente.

«[Não há mais espaço], ciertamente no. Los países latinoamericanos deben dejar de tener gobiernos de poder ilícito y fuerza tiránica. Creo que estamos listos para defendernos”, dijo Estela, quien a sus 84 años finalmente logró reunirse con su nieto el año pasado.

La prueba fue posible a través de pruebas de ADN. Bebé, lo habían separado de su hija Laura. Estaba embarazada cuando fue detenida y luego asesinada en prisión por la dictadura argentina en 1978.

El jueves (3), Estela participó de un debate sobre los derechos humanos y el derecho a la verdad, junto al embajador argentino en Brasil, Luis María Kreckler, y la activista brasileña de derechos humanos Nadine Borges. La conversación tuvo lugar en el stand de Argentina, el país homenajeado en la Bienal del Libro de este año, en el Centro de Convenciones Riocentro.

Presidenta desde 1989 de las Abuelas de Plaza de Mayo, un grupo de mujeres que aún buscan nietos robados por la dictadura, Estela ha convocado a quienes defienden el regreso de los militares al poder o la interrupción de los mandatos elegidos democráticamente.

“También es el caso de Argentina, pero no mucha gente. Deben ser malas personas. Dicen que estaban mejor bajo una dictadura, con un gobierno de fuerza y ​​no democrático. Sabemos quiénes son los que buscan volver a un pasado sombrío. Es posible que debamos recordarles a estas personas lo que sucedió, ya que es posible que hayan perdido la memoria. Es injusto e ilegal destituir un gobierno elegido por el pueblo.

La información sobre las Abuelas de Praça de Maio se puede encontrar en el banda En Internet. Hasta la fecha han logrado recuperar la identidad de 117 personas, recién nacidos que fueron arrebatados a la fuerza de sus padres, torturados y asesinados en cautiverio, y dados en adopción, muchas veces a familias vinculadas a la dictadura.