La Corte Suprema de Argentina, el máximo tribunal del país sudamericano, ha cambiado de manos. El juez Horacio Rosatti será el nuevo presidente a partir de la próxima semana y por al menos tres años, en reemplazo de Carlos Rosenkrantz. El proceso de selección reveló las divisiones que existen entre los cinco miembros de la corte. Rosatti obtuvo tres votos: el de su antecesor, el de otro juez y el suyo propio. Los otros dos magistrados manifestaron su disconformidad, ausentándose de la votación.
Argentina atraviesa un período político turbulento. A las pugnas que dividen a la coalición peronista en el gobierno, resueltas la semana pasada con cambios en el gabinete de Alberto Fernández, hay diferencias internas en la Corte Suprema. Rosatti, el nuevo presidente, y Rosenkrantz, el mandatario saliente, fueron reemplazados por el presidente Mauricio Macri en 2016. Dos años después, en una sesión convocada para tratar temas generales, un inesperado acuerdo entre los recién llegados permitió la destitución del juez Ricardo Lorenzetti. de la presidencia
Lorenzetti había sido designado por Néstor Kirchner y llevaba casi 12 años en el cargo, donde se mantuvo gracias a un amplio manejo político y contactos con el resto de los poderes. La nueva gestión, a manos del recién llegado Rosenkrantz, fue leída como un triunfo de Macri. La guerra, sin embargo, no terminaría ahí. Lorenzetti se puso del lado de Rosatti, la otra debutante, y de Juan Carlos Maqueda, y juntos establecieron que toda decisión judicial debe ser colegiada, por al menos tres votos. Así, liquidaron todo el poder del nuevo presidente.
La elección de este jueves fue, precisamente, colegiada. Lorenzetti intentó volver al cargo, del que se consideró destituido, pero ante el fracaso prefirió ausentarse de la votación. A él se sumó la jueza Elena Highton de Nolasco, quien a sus 78 años sigue en el cargo gracias a una licencia especial y que le debe mucho a Lorenzetti. La telenovela cortesana se basa en el perfil del nuevo presidente. Rossati viene de la política: de origen peronista, fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner. Dejó el cargo un año después, en contradicción con los precios fijados en un contrato de construcción de prisiones. Macri vio en él a un kirchnerista rebelde y lo propuso a la Corte, pero pronto se arrepintió. en tu libro Primer Tiempo, el expresidente dijo que Rosatti terminó votando en contra de las reformas impulsadas por su gobierno. Hoy, no es del agrado de ninguno de los grupos.
La conformación de la Corte es un tema sumamente sensible en Argentina, porque tarde o temprano los casos de corrupción política terminan ahí. Por eso los políticos prestan atención a las divisiones internas. La lista a asumir en esta nueva presidencia incluye al menos una decena de investigaciones particularmente delicadas, porque involucran a la vicepresidenta Cristina Kirchner o parte de su entorno. Los jueces ahora deben pronunciarse sobre 17 apelaciones en tres casos que el expresidente considera resultado de persecución.
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