Gran Circo Norte-Americano: La mayor tragedia circense de la historia brasileña y mundial
El 17 de diciembre de 1961, la Praça do Expedicionário de la ciudad de Niterói, Río de Janeiro, fue escenario del incendio circense más grande del mundo, el Gran Circo Norteamericano.
Originario de territorio brasileño, perteneciente al gaucho Danilo Stevanovich, el circo fue escenario de un trágico incidente que provocó la muerte de 503 personas y más de 800 heridos, la mayoría niños.
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Las circunstancias del trágico incendio
El inicio de la tragedia está ligado a la contratación de empleados temporales para montar el circo, entre los contratados estaba Adílson Marcelino Alves, también conocido como «Dequinha». Después de ser despedido, Dequinha juró venganza y, junto con dos amigos, José dos Santos (Pardal) y Walter Rosa dos Santos (Bigode), prendieron fuego al circo.
¿Cómo fue la acción de los pirómanos?
El 17 de diciembre del mismo año, los delincuentes pusieron en marcha su plan de venganza. Sparrow y las mujeres que lo acompañaban bebieron afuera, mientras que Dequinha y Bigode entraron al espectáculo sin pagar. Hacia el final del espectáculo, se retiraron, llamaron a los demás y, con la gasolina que habían comprado, iniciaron el fuego.
El papel del elefante Sema en la tragedia
En medio del caos, un elefante llamado Sema logró escapar de su jaula y atravesar la carpa del circo, lo que permitió que muchas personas escaparan del fuego. Desafortunadamente, esto no fue suficiente para evitar la gran cantidad de víctimas.
Después del incidente, el Hospital Antônio Pedro, el más grande de Niterói en ese momento, tuvo que ser forzado a abrir por la población, ya que estaba inactivo debido a una huelga de académicos.
La tragedia reverberó en todo el mundo, con donaciones que llegaron de muchos lugares, incluidos Argentina y Estados Unidos, para ayudar a las víctimas y tratar a los sobrevivientes.
Incluso hoy, 60 años después, la tragedia es considerada una de las más grandes de la historia de Brasil y del circo mundial.
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