Durante 8 años en la carretera, MS en bicicleta en busca de «pequeños animales» en Argentina.

Lena y su bicicleta al pasar por Torados – Crédito: Philip Prado

En 2013, hace ocho años, la chef Lena Odetti, ahora de 39 años, dejó su trabajo y decidió ir al mundo como panadera de empaque. Curiosa por ver mundo, la mujer argentina quiere formarse su propia opinión sobre los brasileños y conocer los “animalitos” que se encuentran en Mato Grosso do Zul.

Lena inició su andadura a los 31 años desde General Pico, municipio de la provincia de La Pampa, Argentina. Inicialmente, se caminaba por el sendero, pero cuando llegó a México compró su bicicleta, que es su mejor compañera en la actualidad.

Desde muy joven soñaba con viajar en bicicleta y conocer otros países. «Siempre quise saber las cosas por mí mismo y nadie quería decírmelo», recordó el chef.

Uno de los países que más quería visitar era Brasil. Luego, entre ir y venir a Argentina, se dirigió a nuestro país, entró en Santa Catarina, pasó por Paraná y llegó a Mato Grosso do Zulu, con la intención de encontrar animales en la zona.

«Me gusta ver cascadas y más, pero en Mado Grosso do Sul voy a aprender sobre animales», reveló Lena.

Como medio de supervivencia, Argentina trabajaba como cocinera en los pequeños pueblos por los que pasaba, pero debido a la epidemia ya no podía trabajar, por lo que vende artesanías en los municipios o recibe donaciones de los vecinos.

Lena dice que ha visto gente hospitalaria y servicial en Brasil. “Les dije a mis amigos que era fácil viajar por todo Brasil porque la gente tiene un problema con la comida y no ven a nadie sin comer y se empieza a servir”, bromeó. “Toda América Latina es sólida, pero no es necesario escuchar ni escuchar nada aquí”, agregó.

En MS, Lena dice que recibió mucha ayuda de la gente, aunque la gente tenía más reservas. Por ejemplo, dice que los radios de su bicicleta se rompieron cuando ingresó a los Torados. Unos metros después de llegar al municipio, algunas personas la ayudaron y arreglaron la bicicleta.

Durante su viaje, Lena admitió que ya había experimentado varios problemas, como el momento en que le robaron dos neumáticos de su bicicleta. «Siempre duermo en una carpa. Solo pagué el hotel tres veces. La última vez que recogieron mis llantas, así que nunca más pagué para dormir. Siempre estoy cerca de mis cosas», recordó.

A pesar de estar tanto tiempo en la carretera, Argentina no quiso detenerse tan pronto. «El mundo es grande. Todavía hay mucho por ver», dice Lina, ya que el bolso con el bolso la hacía sentirse «viva y sin tiempo para pensar en tonterías».

Finalmente, Lena aconsejó a las personas que persigan sus sueños y no tengan miedo de perseguirlos. «La gente siempre me pregunta si tengo miedo, pero él siempre está ahí, pero hay que pasar. Si quieres, acéptalo, adelante», concluye el cocinero, mientras se dirige a Bonito y luego a Bandanal.

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