Como Maradona asciende a Argentina a una final sin precedentes en voleibol masculino

El equipo argentino de voleibol masculino competirá contra Francia mañana (5) a las 9 am (GMT) en las semifinales olímpicas. Esta es la primera aparición en el país entre los cuatro primeros después de Sydney-2000. Y hay un impulso especial a la campaña de Tokio: Diego Armando Maradona, cuya muerte hace ocho meses fortaleció aún más su presencia en el imaginario colectivo de Argentina.

Maradona ha estado asociado durante mucho tiempo con el voleibol del país. Tambien hay uno Video viral de tu calidez, corriendo entre los gigantes. Diego hace un pequeño maestro de ceremonias, y pronto comienza a pararse con su mágico brazo izquierdo (luego su cabeza y hombro), mientras los delanteros argentinos afilan sus cortes antes del amistoso de 1995.

La amistad de Maradona con el equipo de voleibol surgió de su preparación para el Mundial de 1994 y de su preparación física para jugar en Boca Juniors en 1995. Como cualquier recién llegado, Diego utilizó las instalaciones del Senard, un edificio dedicado al entrenamiento de deportistas de élite. En las cercanías de Niza cerca del monumento. Casi sin magia, pronto se hizo amigo de los jugadores argentinos entrenados por Bon en 1995 que jugaban en Mar del Plata. Son los nombres del equipo de voleibol de Javier Weber y Marcos Milinkovic, con fuerte presencia en las canchas de Brasil.

«Veíamos a Diego todos los días, éramos amigos de verdad, jugábamos al fútbol con él, los médicos y los fisioterapeutas», dijo el jugador de voleibol Guillermo Quinney al sitio web del canal Sports TV.

Maradona también fue instrumental en una grave crisis organizativa en el voleibol argentino, que luego experimentó un enfrentamiento entre la federación metropolitana y la federación argentina, un desacuerdo que llevó a la formación de la Federación Argentina de Voleibol, que inventó un deporte para fortalecerse.

¿Quién apareció para promover esta iniciativa? La propia Maradona.

Joko Toss Estrelas se realizó en el Ferro Kirill Osteo, un tradicional club porteño, y la propuesta del equipo de voleibol a Diego fue lo más natural posible. «Maradona fue un evento, fue un precursor, un tipo maravilloso. Los rusos no creían que fuera Maradona quien estaba en la cancha con nosotros», dijo Daisy mientras aceptaba la invitación y seguía a Quini, quien movía los deportes. : «Chicos, hasta les doy un pescado en la cancha para ustedes».

Diego fue al club con su entonces esposa Claudia Villafe, sus hijas Dolma y Giannina y su manager Guillermo Cepola. «Lo que ves en el video es solo una parte de lo que sucedió. Diego nos saludó uno a uno, y luego se levantó para nosotros en sus muslos, rodillas, cabeza, hombros. Es uno de los recuerdos más hermosos de esa época. Estaba caliente con los balones levantados por las manos ”, concluye Quwaini.

Amigos para siempre

Para los que no están en Argentina, es muy difícil para los deportistas ajenos al fútbol comprender el peso de la figura de Maradona. Hablar de Diego con gente de rugby, tenis, atletismo y baloncesto siempre ha seguido el camino del llanto en su apogeo y terrible final.

Está claro que los primeros Juegos Olímpicos tras su muerte sirvieron de gran impulso para el equipo de voleibol que buscaba una final sin precedentes en las canchas de Tokio. Los mejores resultados en azul y blanco en deportes son bronce (Seúl-1988).

El ahora técnico de la Selección Argentina, Marcelo Mundes, se muestra muy flexible en la muerte de Diego: «Era un chico alegre, cariñoso, simpático y amistoso», comentó al diario Minas Gerais en «O Tempo». «Solo tenemos que recordar las cosas buenas que hizo, un tipo que luchó contra la injusticia. Siempre quiso un país y un equipo mejores y fuertes. Maradona marcó una generación de personas. Veía cada partido como una lucha contra el sufrimiento y la opresión. Era uno que quería una Argentina igual, representó a la generación, creyendo siempre en un país mejor.

Javier Weber, entrenador de varios equipos de voleibol de Brasil, destacó la importancia de Maradona para su deporte: «Nos ayudó mucho cuando yo era capitán de la selección de Argentina, 1995, 1996. Estaba en un deporte, jugaba con nosotros. Yo «Tengo un recuerdo muy fuerte de Argentina en todos los deportes. Y el más reconocible. Nuestra camiseta de ídolo definitiva, un tipo que siempre pone nuestra bandera por encima de nuestro país, por encima de todo», dijo al sitio web.

Sin embargo, nadie va a sudar más la fuerza de Maradona en Taco que el delantero Fazundo Conte. Hijo del exjugador Hugo Conte, astro argentino de los 80, miró de cerca a su padre y disfrutó de esta intimidad con Diego.

“Maradona solo me hizo llorar

Para tocar todo aún más a los sentidos argentinos, Hugo ahora es comentarista de televisión y transmite los juegos de su hijo en Tokio. Como grita Portenos: «¡Fua!» («¡Nosa!» En portugués.