Con seis cazas F-5EM, un KC-30 (todavía sin capacidad de reabastecimiento aéreo) y un KC-390, el contingente de 75 soldados de la Fuerza Aérea Brasileña llegó el sábado 8 de octubre a la base aérea de Cerro Moreno, en Antofagasta, Chile. El objetivo será participar hasta el 21 de octubre en la cuarta edición del ejercicio Salitre, que este año también reúne aviones de la Fuerza Aérea Argentina y del país anfitrión. Canadá, Perú, México y Uruguay enviaron observadores.
Los jets brasileños serán probados en misiones de combate simulado junto a los F-16, F-5, A-36 y A-29 de Chile, además de tres A-4AR Fightinghawk y tres IA-63 Pampa de Argentina, que también enviaron un Cisterna KC-130H. Estados Unidos participará con inteligencia militar especializada y fuerzas especiales, con la inclusión de misiones de infiltración de tropas y controlador de ataque terminal conjunto (JTAC). La participación estadounidense se destacará en la celda espacial sin precedentes, que forma parte del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas.
Similar en muchos aspectos al ejercicio Cruzex de Brasil, Salitre se llevó a cabo por primera vez en septiembre de 2004, cuando Brasil todavía volaba cazas F-5 no improvisados y aviones cisterna KC-137. Durante la segunda edición, en 2009, los A-1 se enviaron con un KC-130. Salitre III, en 2014, vio el debut del F-5 modernizado.
Es la primera vez que Salitre no contará con la participación de aviones de Uruguay o de Estados Unidos, que incluso envió cazas F-15C en 2009.