Ante la negativa del Banco BRICS de garantizar la ayuda financiera a la Argentina, el gobierno de Lula comenzó a enfocarse en incluir al país vecino en el Banco Nacional de Desarrollo (New Development Bank, en sus siglas en inglés).
Los ayudantes de Lula han pasado el último mes discutiendo formas de brindar algún tipo de apoyo a Argentina, que está sumida en una crisis de liquidez y sus reservas internacionales están en su nivel más bajo en los últimos años. Además, el país sigue sufriendo las consecuencias de la sequía histórica, que profundizó la crisis económica.
Las conversaciones incluso tuvieron lugar directamente entre Lula y el presidente Alberto Fernández, quien realizó una visita improvisada a Brasilia el 2 de mayo. Las personas familiarizadas con esa reunión la calificaron de vergonzosa: por un lado, los argentinos están ansiosos por el anuncio de Lula para ayudar a su vecino en problemas. Por otro lado, las autoridades brasileñas no tienen nada concreto que ofrecer.
En ese momento, Lula dijo en un comunicado a la prensa que Fernández regresaba a Buenos Aires «sin dinero», pero lanzó la idea de que algunas operaciones a través de NDB -más conocido como BRICS Bank? puede ocurrir. Incluso instruyó a su ministro de Hacienda, Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores), para que fuera a Shanghái (sede del NDB) para hablar a favor de Argentina.
Lula también citó el hecho de que la expresidenta Dilma Rousseff, su aliada, había asumido recientemente la presidencia del Banco Nacional de Desarrollo.
«Tú [Haddad] Puedes ir allí y explicar la situación en Argentina, y tocar los corazones de hombres y mujeres. Ni siquiera queremos que le presten dinero a Argentina, lo que queremos es que nos den garantías, porque eso facilita mucho la relación de Brasil con Argentina”, dijo el presidente.
«Es necesario cambiar un artículo [das regras do banco]; Dijo que los gobernantes BRICS, que son los ministros de finanzas de los países que forman parte de los países BRICS, deberían cambiar un artículo para permitir la creación de un fondo para ayudar a los países”.
Según personas del gobierno de Lula que acompañaron las negociaciones, el gobierno trató de formular al menos dos tipos de referencias para enfrentar la crisis argentina a través del Banco Nacional de Desarrollo. Primero, el banco preguntó si se podían hacer préstamos directos a Argentina. Entonces, si el banco puede al menos ofrecer garantías y líneas de crédito a los exportadores brasileños que venden a Argentina.
Por otro lado, los interlocutores de Fernández dijeron a Folha que los préstamos directos al país no estaban sobre la mesa de discusión. ¿nosotros tratamos? ¿ellos dicen? Entrega de garantías a los exportadores.
Las respuestas a las consultas fueron negativas por varias razones.
El primer obstáculo es que el Banco Nacional de Desarrollo solo opera en sus países miembros.
Hay excepciones. Una de las operaciones tuvo lugar en un país no miembro de Lesotho, un enclave dentro del territorio de Sudáfrica. Pero la autorización se concedió, entre otras razones, porque la medida financiada por el NDB se consideraba clave para la seguridad del agua en Sudáfrica.
El diagnóstico es que abrir una excepción para Argentina creará un precedente y otros miembros pueden empezar a buscar la base para ayudar a los vecinos en dificultad.
La implementación de operaciones como las propuestas por Brasil también implicaría un cambio en la naturaleza del banco, enfocándose en el financiamiento de proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible.
Además, el NDB está calificado por agencias calificadoras, que pueden penalizar al banco si toma medidas controvertidas o incluso envía señales de politización.
La reunión anual de los Gobernadores (Ministros de Finanzas) del Banco BRICS se llevó a cabo el 30 y 31 de mayo. En la agenda de la reunión, en una muestra de resistencia de los demás miembros, no se mencionaron los cambios en las reglas internas necesarias para permitir la asistencia de un estado no miembro.
Como resultado, Haddad no viajó para asistir a la reunión anual de gobernadores en Shanghai. Reclamando compromisos en Brasil, en realidad se involucró.
Con el rechazo del Banco Nacional de Desarrollo, el gobierno de Lula pasó a adoptar su principal estrategia de abogar por la expansión de la institución y la incorporación de Argentina. Se consideró que esa sería la única manera de demostrar que Brasil sigue comprometido a trabajar para aliviar la situación de su vecino.
El Ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, estuvo en un viaje oficial a China la semana pasada y visitó a Dilma. Se le describe como el probable candidato peronista en las elecciones presidenciales argentinas de este año.
En una nota a Folha de S.Paulo, el banco BRICS dijo que estaba «explorando oportunidades para expandir su base de miembros, y Argentina es un país que ha mostrado interés en unirse al Banco Nacional de Desarrollo».
“Cuando la Presidenta Dilma se reunió con la Ministra de Economía de Argentina, se le informó que la expansión de socios es una prioridad para el Banco, que tiene el mandato de avanzar en las conversaciones con Argentina”.
Incluso si las negociaciones con Argentina avanzan y se anuncia pronto como un nuevo miembro, el camino a seguir para que comience a acceder a las operaciones del NBD no es inmediato.
Las personas que siguen la idea principal dicen que, una vez en el banco, el país vecino podría beneficiarse de inversiones en proyectos de infraestructura, no de contribuciones directas.
Interlocutores del gobierno argentino dicen estar conscientes de las limitaciones del Banco Nacional de Desarrollo para realizar aportes directos y que confían en incorporarse a la institución para financiar proyectos.
Señalan que una posibilidad es la participación del Banco Nacional de Fomento en las inversiones necesarias para explorar y transportar gas desde la reserva de Vaca Muerta.
