El gobierno ha permitido siembra de semilla de trigo HB4, que ha sido desarrollada por la empresa argentina Bioceres Crop Solutions durante los últimos 15 años. Recibió un gen llamado hahb-4, que proviene del girasol (y ya había sido insertado por la empresa en cultivos experimentales en Arabidopsis thalianauna planta de la familia de la mostaza).
Este gen aumenta o reduce la actividad de varios otros. Como resultado, la planta se vuelve más resistente a la sequía y, según Bioceres, alcanza hasta un 20% más de productividad por hectárea plantada. Ahora HB4 se puede cultivar a escala comercial en Argentina.
Pero su estreno también sembró miedo entre los productores de Buenos Aires. Temen perder exportaciones porque el HB4 aún no ha sido aprobado por la mayoría de los países.
Brasil, el principal comprador de trigo argentino, es una excepción: en 2021, la HB4 fue considerada segura por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), una agencia del gobierno brasileño que evalúa organismos genéticamente modificados.
El mundo se quedará sin trigo en los próximos meses: Ucrania, uno de los mayores productores del mundo, atraviesa problemas por la guerra con Rusia.
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