abril 25, 2024

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VIDEO: A medida que aumenta la pobreza en Argentina, el aeropuerto de Buenos Aires se convierte en refugio no oficial para personas sin hogar

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Fotografía: Divulgación/PR

A pesar de declararse neutral en la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China, Brasil parece haberse alineado claramente con China y Rusia. Esa es la percepción -y el miedo- de los miembros del gobierno estadounidense entrevistados por Folha, quienes dicen que los brasileños no sólo no han valorado el equilibrio en sus posiciones, sino que han abrazado una clara oposición a Washington.

El informe contactó a Itamaraty con una solicitud de comentarios poco antes de la publicación de este texto, pero aún no ha recibido respuesta.

De hecho, durante su visita a China, que terminó este sábado (15), el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) hizo una serie de críticas a los Estados Unidos – dijo que el país alentaba la continuación de la guerra en Ucrania, atacó la hegemonía del dólar e insinuó que los estadounidenses presionaron al gobierno brasileño para boicotear a China. Durante su reunión con Joe Biden en febrero, Lula no utilizó la Casa Blanca como escenario para criticar a Pekín o Moscú.

Fuentes estadounidenses dicen que no están presionando a Brasil para que no tenga relaciones con el régimen de Xi Jinping o para que elija uno de los dos países: Estados Unidos tiene un gran comercio con China, dicen. Pero entienden que el presidente brasileño y su equipo de política exterior, encabezado por el canciller Mauro Vieira y el asesor especial de Lula, Celso Amorim, han adoptado un tono abierto de antagonismo hacia Estados Unidos.

Uno de los aspectos más problemáticos, según Washington, es que Lula ve a Estados Unidos como un obstáculo para poner fin a la guerra en Ucrania, y a China y Rusia como los países que traerán la paz al conflicto. En Beijing, el PT dijo que los estadounidenses deben «dejar de alentar la guerra y comenzar a hablar de paz, para que podamos convencer a Putin y al [Volodimir] Zelensky que la paz interesa a todos y que la guerra interesa, de momento, sólo a unos y a otros”.

Lula también expresó su preocupación al decir que Zelenski, el presidente del país invadido, «no puede […] tenerlo todo» unos días antes del viaje a China, durante un encuentro con la prensa. En ese momento, también dijo que «Putin no puede quedarse con la tierra en Ucrania», pero que «se puede hablar de Crimea, lo que podría indicar que, según el PT, Kiev debería ceder el territorio, anexado por Moscú en 2014, antes de la invasión que derivó en el actual conflicto.

Finalmente, dicen las fuentes estadounidenses, el gobierno brasileño está repitiendo fielmente la retórica del Kremlin de que después de invadir un país, violar su soberanía y faltar al respeto a la Carta de la ONU, aún cometería innumerables crímenes de guerra.

Según Washington, Brasil debería jugar un papel en las negociaciones de paz. Alegan, sin embargo, que las declaraciones de Lula socavan la credibilidad del país como mediador equilibrado y neutral.

Folhapress