El norte argentino, aún poco conocido por los brasileños, esconde agradables sorpresas para quienes eligen este destino. Además del paisaje, muy diferente al de Brasil, la provincia de Tucumán, por ejemplo, puede ser una buena opción para quienes quieran disfrutar de sus vacaciones de julio, explorando la naturaleza y combinando la cata de vinos en altura.
San Miguel de Tucumán, capital de la provincia de Tucumã, es la ciudad más grande del llamado Gran Norte argentino y el quinto centro urbano más grande de Argentina, después de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. A 1.311 kilómetros de Buenos Aires, hay vuelos diarios de Aerolíneas Argentina que salen desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, o desde el Aeroparque Jorge Newbery, este último en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
El viaje puede comenzar con la historia, muy presente en la ciudad. El 9 de julio de 1816, de aquí surgió la declaración de independencia de Argentina. A diferencia de Buenos Aires, donde las edificaciones siguen la arquitectura francesa, en San Miguel de Tucumán las edificaciones principales siguen las clásicas líneas hispánicas del siglo XIX, donde el adobe (mezcla de barro y paja) era la materia prima de la construcción civil debido a la temperatura comodidad conferida a los bienes. Un buen ejemplo es la Casa de la Independencia, también conocida como “Casa de Tumumán”.
Ubicada entre la Cordillera del Aconquija, prolongación de la precordillera frontal de los Andes, San Miguel de Tucumán, capital de la provincia del mismo nombre, guarda varias sorpresas a pocos kilómetros, pero a pocos metros sobre el nivel del mar.
Uno de los senderos más fascinantes que muestra la fuerza de la naturaleza de una manera vívida puede comenzar con una visita a Nuevo Cadillal, un parque construido a orillas de la presa Celestino Gelsi. En el lugar hay un teleférico de 50 metros de altura que lleva a los visitantes a uno de los miradores en el espacio, desde donde es posible tener una de las mejores vistas de San Miguel de Tucumán.
En verano, el parque ofrece actividades acuáticas y senderos para los más aventureros. Allí se practica parapente, trekking, equitación, mountain bike, senderismo, siendo un entorno ideal para este tipo de actividad.
El parque también alberga un museo arqueológico. La colección está compuesta por piezas de los primeros pueblos que habitaron la región.
curvas
A 131 kilómetros del embalse se encuentra Tafí del Valle, localidad situada en un valle a 2.000 metros sobre el nivel del mar que, en unas dos horas, ofrece un paisaje muy diverso. El camino se hace todo a través del Parque Nacional Aconquija.
A lo largo de la Ruta 307 lo que se puede ver es un bosque exuberante, por un camino muy sinuoso. A medida que el circuito gana altura y se acerca al valle, el paisaje cambia. Las imágenes son de un entorno montañoso. La vegetación se vuelve más baja y el clima más seco. La hierba da paso a la grava y la arena.
Este camino está lleno de curvas cerradas. Por eso es importante no tener prisa por llegar a tu destino. Después de algunas vueltas, el viajero puede sentirse ‘malo’. Pero vale la pena ir por este camino.
El consejo para evitar molestias es detenerse en un lugar seguro del camino, bajarse del auto, respirar profunda y lentamente. Otro consejo, evita cerrar los ojos y fijar la mirada en un solo punto además de evitar correr o caminar demasiado rápido.
Tafí del Valle es un pequeño pueblo ubicado en un valle. De arquitectura jesuítica conservada, a lo largo del camino se aprecian construcciones antiguas, ubicadas en predios donde se crían vacas lecheras para la producción de queso. Los edificios datan de la primera mitad del siglo XVIII. Por la carretera 307 accedes a un mirador desde donde tendrás las mejores vistas del valle.
A pesar de su pequeño tamaño, la ciudad cuenta con buenos hoteles, los cuales están ubicados al pie de grandes montañas y no hay horizonte donde no se encuentren un hermoso paisaje. Para quienes gustan de estar más cerca de la naturaleza, Estancias Las Carreras puede ser una buena opción. En el lugar se encuentra una casona de 1718, construida por los jesuitas en Tafí del Valle, a 12 km de la ciudad.
Las habitaciones de las Estancias Las Carreras tienen una decoración rústica, Wi-Fi gratis y calefacción. Otras comodidades incluyen teléfono y minibar. El espacio alberga una quesería abierta a los visitantes. Entre las actividades hay senderos que se pueden recorrer a pie oa caballo.
Estancias Las Carreras también cuenta con una terraza al aire libre y un museo colonial. El lugar también alberga el restaurante Los Alisos, con cocina regional de vanguardia. En el lugar se encuentra una de las más sabrosas Pastas Flora, una especie de pastel muy crocante con una fina capa de dulces típicos de la región, como camote o cayote o durazno. Destacan los ingredientes frescos y una excelente carta de vinos.
Si la idea del viaje es visitar Ruinas de Quilmes, a 67 kilómetros de Tafi del Valle, una opción es el Mirador del Tafi. El hotel está a 3 km de la plaza principal de Tafí del Valle y ofrece habitaciones con conexión Wi-Fi gratuita y TV por cable. El hotel también ofrece restaurante, desayuno y aparcamiento gratuito.
Las habitaciones del Mirador del Tafí están decoradas con suelos de baldosas y muebles de madera y cuentan con calefacción. Algunas tienen un balcón privado con vistas a las montañas. El Mirador del Tafí se encuentra a 2 km de la estación de autobuses.
el camino de la historia
También en la provincia de Tucumán, las Ruínas de Quilmes, a 67 kilómetros de Tafí de Valle, son otra parada obligatoria en el viaje de los amantes de la historia de los pueblos latinoamericanos. Los Quilmes fueron uno de los primeros pueblos en habitar la región. Son contemporáneos de los aztecas, una de las civilizaciones más avanzadas entre los pueblos indígenas de América Latina.
La ruta lleva la Ruta 307 hasta la Ruta Nacional 40, que es una de las carreteras argentinas más emblemáticas, cruzando todo el país desde la Patagonia, en el extremo sur de Argentina, hasta la frontera con Bolivia al norte. Esta carretera atraviesa 11 provincias de Argentina: Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.
El camino a las ruinas es a través de paisajes aún más sorprendentes. El valle donde está Tafi va desapareciendo y el camino está en medio de las montañas. A medida que el viajero deja el Valle de Tafí y se acerca a la región de los Valles Calchaquíes, donde dominan montañas, estepas y rocas, es posible ver la naturaleza mostrar toda su fuerza y exuberancia en terrenos hostiles.
Al estar la región muy cerca de la Cordillera de los Andes, en el trayecto, el viajero más atento es capaz de percibir la evolución de la llanura terrestre a través de los vestigios de los grandes eventos de las placas tectónicas (enormes bloques que forman parte de la capa exterior sólida de la planeta, la llamada corteza terrestre).
Uno de los paisajes más bellos de la ruta se encuentra a 3.042 metros sobre el nivel del mar, El Mirador Infiernillo. Es el lugar transitable más alto de la provincia de Tucumán. El lugar está exactamente encima de una grieta, llena de rocas, formada por el encuentro de las montañas del valle de Tafí con los valles de los Calchaquíes, como se muestra en la foto de arriba.
Y este hecho geológico es claro. En medio de vegetación baja, arena y rocas, el viajero aún puede toparse con unas llamas libres en medio del camino (todas tienen dueño y son criadas en el campo) por unos valientes habitantes de un hermoso pero casi inhóspito . .
El cactus argentino más antiguo
Luego de cruzar Infiernillo, la altitud comienza a regresar al nivel más cercano al mar, en el camino comienzan a aparecer cactus, conocidos como cordornes, que son de gran importancia histórica para la evolución de las civilizaciones de Argentina.
Las cuerdas, después del secado, se usaban como madera en la construcción de techos de casas y utensilios. Actualmente forman parte del patrimonio histórico de Argentina y ya no se pueden cortar. Unos minutos después de El Infiernillo se encuentra un cactus gigante del lado de la Ruta 307. Con alrededor de 600 años, es considerado el más antiguo del país.
ruinas de quilmes
Rodeada por las montañas del Valle Calchaquíes, las Ruinas de Quilmes fue hogar y bastión de los indios Calchaquíes y Quilmes. Actualmente es el sitio arqueológico más importante de Argentina y se encuentra sobre la Ruta 40.
Llegados a las ruinas merece la pena tener un poco de paciencia y comenzar la visita por el Centro de Interpretación y el Museo del Espacio. En el sitio, los guías y empleados son descendientes directos de los primeros habitantes, los quilmes. El boleto, que cuesta alrededor de 70 pesos argentinos (R$12), incluye la visita a las ruinas y al museo.
consejos de viaje
Cabe mencionar que estos caminos, aunque hermosos, requieren una mínima preparación física. Los lugares mencionados están a gran altura. Por eso siempre es bueno reservar una campera para enfrentar el viento y las temperaturas siempre un poco más bajas que las que se registran en Buenos Aires por ejemplo,
Otro cuidado que deben tener los viajeros, si eligen viajar en automóvil, es tener un mapa físico o sin conexión en su dispositivo. Debido a que se hace en medio de muchas montañas, no siempre hay señal de celular disponible.
Para los que no les gusta preocuparse, una buena opción es comprar paquetes turísticos de empresas turísticas registradas en Tucumán Turismo, la agencia oficial del gobierno vinculada a la exploración del turismo local.
Vuelos
El viaje puede comenzar en Paraná, pasando por el Aeropuerto Internacional Afonso Pena de Curitiba, en São José dos Pinhais, municipio del área metropolitana. Aerolíneas Argentina ha reanudado vuelos directos desde Curitiba a Buenos Aires este año, con tres frecuencias semanales.
Otra forma puede ser pasar por São Paulo. A partir de julio, Aerolíneas Argentina ofrecerá tres vuelos semanales los días lunes, jueves y sábado. Estarán directamente en el aeropuerto de Tucumán, en San Miguel de Tucumán.
Servicio
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