Han sido 529 partidos y 13 temporadas con la misma camiseta. Y no estamos hablando de los viejos. Y sí, ahora, cuando un atleta permanece en el mismo club por solo 13 meses, y mucho menos 13 temporadas.
La despedida de Andrés D’Alessandro del Inter marcó el final de la mejor y más fascinante trayectoria de un jugador argentino en la cancha brasileña.
La elección, por supuesto, no deja de lado a los otros grandes que han cruzado el país, pero la idolatría roja que destila D’Alessandro desde 2008 no tiene precedentes ni en Tevez y Sorín, prácticamente sus contemporáneos, ni en Ramos Delgado, Roberto Perfumo, Narciso. Doval y José Poy, para centrarnos en sólo cuatro ejemplos de fútbol a distancia.
D’Alessandro: brillante carrera en el Internacional
Imagen: Getty Images
Una vida
Lo primero a tener en cuenta es la cantidad de partidos: los 529 partidos de D’Ale con el Inter dejan atrás a muchos Tevez (78 con el Corinthians) y Sorín (127 con el Cruzeiro).
Es impresionante saber que Poy fue portero del São Paulo durante 525 partidos (entre 1948 y 1962, y entrenaría otros 422). Mientras Poy ganó los títulos de São Paulo, D’Alessandro fue campeón de Libertadores, Sul-Americana y Recopa, y honró como nadie en Brasil el lema argentino de ser «en buenos tiempos y en bolsas mucho masLevantó las copas más importantes, pero también amasó la arcilla de la Serie B en 2017.
Lo segundo a considerar es la verdadera locura de D’Alessandro porque vivió como nadie la rivalidad Gre-Nal, la más grande de Brasil (incluso por su experiencia en River x Boca).
Sorín y Tevez estuvieron cerca de ese nivel de adoración, pero casi nadie pondría a Carlitos entre los más grandes en la historia del Corinthians, bueno por la forma en que salió en 2006, diciéndole a la multitud que se callara y se fuera prácticamente corriendo del club. .
Sorín era muy querido por el Cruzeirão, el público incluso celebró su gol con la selección argentina contra Brasil en el Mineirão, pero sus logros (Copa de Brasil, Sul-Minas y Mineiro) no igualaron los de D’Alessandro, quien aún fue votado como el mejor jugador de Sudamérica (en 2010) solo para el Inter.
Hoy, pocas veces un Colorado coloca a D’Alessandro entre los tres mayores ídolos de la historia del club, junto a Falcão y Fernandão. Sobre Cruzeiro, ¿está Sorín entre los tres? La pregunta permanece.
Tevez, Poy, Conca, Montillo (Sastre, Doval, Fillol, Cejas, Delgado, Andrada…) no tuvieron tal magnitud.
¿Mi momento favorito de D’Alessandro en el Inter? Su batalla ante Boca de Riquelme por la Sudamericana 2008. Fue ahí, mandando al xenéizesy metiendo el dedo en la cara a Viatri, Gaitán y Dátolo en plena Bombonera, que los hinchas del Inter empezaron a poner en el corazón a D’Alessandro.
Para nunca más salir. El gol de ayer, en el 41, fue el punto final perfecto.
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