«En una democracia económicamente deprimida, socialmente degradada y que comienza a desintegrarse política e institucionalmente, segmentos significativos de la ciudadanía no se sienten representados ni incluidos en sus aspiraciones», dijo Kirchner.
En un discurso publicado en redes sociales, el vicepresidente culpó a la deuda de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de su alta inflación, devaluación de la moneda y pobreza.
Kirchner también se refirió a la «sanción e inhabilitación» para ejercer un cargo público que recibió de un tribunal en diciembre, y la «única traducción político-electoral: prohibición» de postularse a la presidencia de Argentina.
El expresidente fue condenado a seis años de prisión e inhabilitación permanente para ocupar cargos públicos por mala conducta en el cargo, que aún no se ha finalizado.
“No seré un títere de los que están en el poder a favor de ningún candidato. “He demostrado, como nadie, priorizar el proyecto colectivo sobre las ambiciones individuales”, dijo Kirchner.
La decisión fue anunciada el mismo día que el líder de 70 años faltó al congreso nacional, donde el Partido de la Justicia buscaba avanzar en su estrategia para las elecciones presidenciales de octubre.
Sin presidente ni vicepresidente en la candidatura, todos los ojos están ahora puestos en el ministro de Economía de centroderecha, Sergio Massa, un aspirante presidencial desde hace mucho tiempo.
A fines de abril, el presidente Alberto Fernández anunció que no se presentaría a la reelección en las elecciones de octubre: «El 10 de diciembre entregaré el cargo de presidente a la persona que resulte elegida por el voto popular».
“En este momento, más que en otros, necesitamos revitalizarnos”, dijo el jefe de Estado.
A pesar de sus desacuerdos con Cristina Kirchner y la división de su gobierno entre partidarios de las dos facciones, Fernández dijo que «no tenía un enemigo» en el Frente, «más allá de las críticas internas y más o menos apoyo». D Dotos, que admite administración.
Alberto Fernández asumió el poder el 10 de diciembre de 2019 y entregará el título presidencial el mismo día de 2023 cuando Argentina celebre 40 años de democracia parlamentaria sin trabas desde la última dictadura militar (1976-1983).
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Por Noticias Impala / Lusa
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