abril 20, 2024

Diario el Analísta

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La guerra de las plataformas de streaming pasa factura a Netflix

 

Las últimas semanas han traído malas noticias para la compañía Netflix. Por un lado ha estado la pérdida de la nada desdeñable cantidad de 200.000 suscriptores en todo el mundo durante el primer trimestre de 2022. Y por otro, relacionado con este dato anterior, una fuerte caída en bolsa que ha restado un tercio de su valor a sus acciones. Ante este panorama, muchos piensan que la era dorada de esta plataforma ya ha pasado.

Si bien hay que señalar que parte de la responsabilidad de la bajada de suscriptores recae en la salida de Netflix del mercado ruso, lo que implicó el adiós a unos 700.000 suscriptores (sin esa circunstancia sus números serían, incluso, de crecimiento), también es cierto que el mercado de los contenidos audiovisuales en streaming parece dar signos de saturación, con la cada vez mayor incorporación de nuevas plataformas, que se suman a los gigantes actuales (Como HBO Max, Prime o Disney+). Por otra parte, la noticia de que va a vigilar de cerca la práctica de compartir las contraseñas puede haber sido una medida contraproducente para conseguir nuevas altas, ya que la costumbre de repartir los gastos entre varios usuarios podría estar bastante arraigada y su final implicaría un menor aliciente para los que barajan contratar el servicio.

La situación habría llevado a  la empresa californiana a considerar algunas medidas, especialmente para mejorar sus resultados. Las más destacadas tienen que ver con una reducción  del gasto y esto pasaría por una posible reestructuración de la plantilla, lo que podría implicar realizar algunos despidos. También se estarían planteando abandonar algunos proyectos, especialmente los de mayor coste, intentando que sus inversiones sean lo más eficientes posibles y que un desembolso se traduzca, directamente, en el ansiado aumento de altas de la plataforma; así, por ejemplo, las producciones más costosas (como los films con grandes estrellas) serían reemplazadas por nuevas temporadas de series que se saben que funcionan bien.

No todo son malas noticias para “la gran N”; lo cierto que es que uno de sus innegables aciertos ha sido el convenio que llevó a cabo con Riot Games para incorporar la temática de League of Legends en algunos de sus productos de catálogo. El caso más exitoso ha sido el de Arcane, la serie basada en el universo del videojuego tuvo, a finales del año pasado, una increíble acogida por parte del público, en gran medida gracias a su excelente calidad, tanto técnica como argumental. Otro buen ejemplo ha sido el de los videojuegos que se encuentran a disposición de los suscriptores, algunos de ellos también relacionados con LOL. En realidad, la idea era lógica, pues el título es el más popular dentro de los eSports; y sus competiciones, especialmente el “LOL Worlds”, arrasa en audiencia, así como en pronósticos en forma de apuestas para los eventos de League of Legends; por tanto, siempre ha sido una gran iniciativa para captar a un público cada vez más numeroso que sigue los deportes electrónicos o son, simplemente, “gamers” habituales.

Una competencia que le pisa los talones

Pero, pese a este acierto, no parece que acabe de encontrar la fórmula exacta para evitar que su competencia crezca a un mayor ritmo. La salida de Disney+ al mercado de las plataformas de streaming es relativamente reciente (en comparación con la veteranía de Netflix, que fue la pionera), sin embargo, está creciendo a un ritmo 10 veces mayor que el de la empresa californiana. Cabe señalar que su contenido es de una enorme calidad y su oferta relacionada con Marvel le aporta un gran activo. Pero corre el riesgo de perder suscriptores una vez hayan consumido estas producciones, que siendo muy caras, se visualizan en poco tiempo. Por otra parte, su valor de cara al consumo familiar es una gran baza para entrar y mantenerse en muchos hogares. Prime, por su parte, tiene la ventaja de la sinergia con Amazon, un servicio popular en muchos ciudadanos, y que tiene una plataforma, que aunque de menor calado, mantiene un precio muy asequible.

Por lo pronto, Netflix continúa lanzando sus estrenos y representando la opción mayoritaria dentro del mercado, pero la compañía mantiene la preocupación por los datos y la posible falta de confianza de los inversores, algo que se traducirá, a corto plazo, en medidas, posiblemente, drásticas. Hay que tener en cuenta que lo que afecte a esta compañía lo hará también a este nicho de mercado en su conjunto, por lo que no será de extrañar que veamos una tendencia común, aún a diferentes ritmos.