Todas las fronteras cruzadas (¡mira la última columna si no sabes de qué estamos hablando!), y estábamos oficialmente en Tierra del Fuego. Era hora de que redujéramos la velocidad. Como te habrás dado cuenta en las últimas columnas, nuestro plan es ir al extremo sur del continente con menos paradas para no pasar frío.
Aproveche los primeros días en el Río Grande para dormir un poco más, recargar energías y hacer algunos mandados. Llenamos nuestro tanque y tanque de agua en una gasolinera de YPF, donde aprovechamos para solucionar un problema importante para nosotros: ¡la congelación! Como no tenemos experiencia en frío extremo, nuestros mayores temores son las heladas, el combustible o el agua. Esto no sólo imposibilita ciertas operaciones, sino que existe el riesgo de romper ciertas estructuras del automóvil o de la casa con la expansión de los líquidos al solidificarse. Todas las personas con las que hablamos fueron de gran ayuda y nos explicaron que, si bien esto rara vez sucede en el verano, lo común es a fines del otoño o el invierno (hay un retraso entre la columna y la vida real). Respiramos tranquilos.
Y necesitábamos dinero. Llenemos la despensa por primera vez sin preocuparnos por fronteras entre países o provincias argentinas, haremos una gran compra. Esta compra lo fue aún más cuando encontramos Limb-Hogar, un centro de distribución de quioscos. Los precios son mucho mejores que en cualquier supermercado, y puedes comprar cajas de cosas como pocatido maroc, un delicioso dulce de chocolate con cacahuate. Otro factor que nos hizo cobrar un poco más fue la noticia de que las empresas de Western Union en Ushuaia no tenían suficiente dinero para atender a los turistas. No queremos perdernos ningún recorrido porque nuestras facturas están al día.
¡Terminamos con un bombazo en el look! Lo creas o no, Dani ya es el barbero oficial de esta casa y está en pleno desarrollo profesional (risas). Bromas aparte, lleva cuidando la barba de Livio desde que empezamos a vivir en la autocaravana, y ha ido mejorando con cada nuevo corte.
Descansados y en orden, comenzamos nuestras aventuras por Tierra del Fuego. Primero, el monumento Reserva Costa Atlántica – Monumento Héroes de Malvinas, cuyo nombre habla por sí solo. Ubicado en la Avenida Costera, un viento muy fuerte y frío en la mañana nos sacó de allí rápidamente.
Continuamos hacia Cabo Domingo, ubicado antes de la entrada a la ciudad de Río Grande, un punto de historia y una fuerte energía. Hace siglos, los nativos se sintieron atraídos por una fiesta de la paz, y cuando todos estaban borrachos, fueron atacados de manera cobarde. Además, muchos fueron llevados a lo alto de la capa y arrojados durante la recompensa. Esta energía estaba en su lugar y muy sensible podía sentirla. Por eso, muchos templos han sido levantados por los devotos en la base del cerro, donde hay un estacionamiento para dejar el auto antes de subir. Decidimos dar un paseo muy tranquilo con una hermosa vista y disfrutar de la vista panorámica. Arriba hay un viejo faro que no está bien mantenido.
La siguiente parada fue en la Misión Salesiana, un balneario de catequización para los indígenas que hoy funciona como escuela agrotécnica (fotos 4 y 5). Aprovechamos una parada para almorzar antes de dirigirnos al Casco Viejo, una parte de la ciudad que ha sido olvidada y que incluye muchos edificios abandonados, entre los que destaca una vieja nevera. Te recuerda a una película de terror, y en cualquier momento aparece alguien detrás de ti con una máscara y una motosierra.
La última parada del Río Grande estaba bastante lejos y nos dirigimos a Cabo San Pablo (123 km). Seguimos por la Ruta Nacional 3 (RN 3) durante 74 km hacia Ushuaia, hasta llegar al inicio del río, donde tratamos de hablar con la comisaría para saber si estaba en buen estado o no. Pero no había nadie para informarnos. ¡Nos arriesgamos! Fue la mejor decisión, probablemente el camino más hermoso que hemos tomado. Coronamos nuestro día cuando llegamos al Camping Miguel e Silvia y vimos el enorme barco Desdémona varado en la playa. Cuenta la leyenda que se quedó varado en una playa para cobrar una reclamación del seguro y se quedó allí. No vale la pena intentar recuperar la nave. El lugar es simplemente increíble, pasamos una tarde encantadora y decidimos dormir allí.
Volvimos a disfrutar del maravilloso camino y salimos del campamento a primera hora de la mañana y no podíamos parar de disfrutar y disfrutar. Nos dirigimos a Tolhuin (83km), nuestra última parada antes de Ushuaia.
El pequeño pueblo parece estar en pleno apogeo, con numerosas calles pavimentadas y obras en construcción. Nos dirigimos directo a su punto más alto: el Lago Fagnano. Un gran lago con 590 kmDos El agua clara con muchas olas causadas por fuertes vientos hace que parezca un océano. Por cierto, qué brisa fresca. Caminamos a lo largo de parte del lago con los dos perros encantadores que estaban allí. Aprovechamos para almorzar con esa vista increíble.
Después de disfrutar de este hermoso lugar, fuimos en busca de nuestros postres a la famosa Panaderia La Unión. Comimos churros y un rico pan dulce. Compramos unas patatas fritas, un pastel frito y unas galletas para disfrutar de la noche. Todo sabe tan bien, especialmente las papas fritas. Por cierto, para los no iniciados, Chippa es prima de nuestro querido Cheese Roti, ¡pero más sabroso! ¡Somos adictos!
De regreso a pasar la noche en YPF, estábamos asustados, el GPS nos llevó a un callejón sin salida por obras de pavimentación, y mientras maniobramos para dar la vuelta, no escuchamos el silbido de un Livio exasperado. Sensor de marcha atrás. ¡Detuvimos un camión estacionado! ¡Qué mariposas en el estómago y desesperación! Salimos del auto fuera de control para disculparnos por las molestias, pero no fuimos muy amables con la señora que estaba allí. Afortunadamente llegó el dueño del auto y entendió. Fotografiamos todos sus documentos y revisamos los nuestros y tomamos fotos de los vehículos. Aunque no le pasó nada a nuestra casa, nuestra planificación y preparación funcionó. Esto no debería suceder, pero nuestra tarjeta verde segura estaba lista para esos momentos.
Vale la pena señalar que la casa es enorme en todos los sentidos: largo, alto y ancho. Conducir no es tan fácil como parece, por lo que no podemos descuidarnos ni distraernos. Un simple error puede causar un gran daño y acabar con nuestro sueño.
Nos detuvimos en una gasolinera y abrimos algunas cervezas frías para relajarnos, relajarnos y dormir un poco.
Decidimos aprovechar otro dato de Hermano que conocimos en Puerto San Julián y nos fuimos a pasar el día siguiente al lago Yehuin. Retrocedimos 18 km por la RN 3 y otros 44 km en buen estado hasta llegar al lago. Es hermoso, grande, pero fuimos los primeros en ver tirar basura. Tiene algunos edificios abandonados o sin terminar, un pilar desmoronado, un aire un poco lúgubre. Sin embargo, ser descuidados con los rechazos nos afectó negativamente.
Disfrutamos el día caminando alrededor del lago. Decidimos ir en dron, pero no salimos del coche ni un momento por el frío. Dispara y cae. Chocamos contra un árbol y derribamos el dron. Con el corazón en la boca, salimos a ver el alcance de los daños. Una de las piernas se dobló levemente y dio un crujido en el elástico. Aflojamos algunos tornillos y los volvimos a colocar, pero un espaciador no funcionó muy bien. ¡Lo probamos y volvimos a trabajar con él y funcionó de manera consistente al principio! ¡Qué miedo!
Almorzamos con vista al lago, tomamos una siesta argentina y nos duchamos. Pensamos dormir allí, pero nos dio miedo el viento y regresamos a YPF.
Dormimos muy tranquilos de regreso en YPF, esperando con ansias el próximo día más que especial, rumbo a nuestro gran hito: ¡Ushuaia! ¡Estamos emocionados!
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