abril 25, 2024

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En el «mar de sal» de Argentina, el glamping gana un representante de respeto

Un espectacular desierto de sal que cubre 212 kilómetros cuadrados y se ubica a una altitud de 3.400 metros en la provincia de Jujuy, en el noroeste de Argentina, Salinas Grandes ha entrado en el mapa de destinos para aventureros que nunca se rinden por no confortar. Pero solo a partir del 1 de noviembre. El motivo es la llegada de Pristine Salinas Grandes, “glamping” (camping glamoroso) que abre sus puertas allí en esta fecha.

Basado en el concepto de campamentos ecológicos con servicio cinco estrellas que tanto éxito ha tenido en todo el mundo, Pristine solo cuenta con cuatro carpas suite – dos de 29 metros cuadrados y dos de 39 metros cuadrados – y una carpa central común para los huéspedes.

Todos están construidos con principios sostenibles, como el 100% de energía solar y una estricta política de gestión de residuos, y una estructura de domo geodésico sobre plataformas de madera, que evita la corrosión del suelo.

Para descargar el Prístino allí, su fundador, el empresario Nicolás Languasco Basy, hizo un convenio con la comunidad indígena local, a través de un contrato legal con la Cooperativa Cachi del Chincho en la vereda Aguas Blancas.

Cada una de las cúpulas recibió el nombre de un nombre nativo que dicta los tonos de la decoración. Es decir, “Qoyllur” (Estrella, tonos de gris), “Pacha” (Tierra, colores de la tierra), “Inti” (Sol, tonos ocres) y “Killa” (Luna – azules y rosas).

En el interior hay camas king size, una sala de estar con una mesa de madera y una estufa de hierro. Los más grandes también cuentan con un sofá cama para acomodar a una persona extra y una bañera en la terraza exterior con calefacción de leña, perfecta para relajarse bajo las estrellas.

“La importancia de la cultura ancestral de nuestros socios estratégicos en la Cooperativa Cachi del Chincho de la comunidad de Aguas Blancas y los valores aplicados a la sustentabilidad real del proyecto hacen de Pristine un sueño con el que muchos se identifican”, explica el contratista.

El argentino ha estado activo, desde 2013, en la comercialización de productos turísticos de Argentina. “Hemos ido más allá de los límites de la imaginación, la ciencia y la ingeniería para poder crear un producto que redefine la hospitalidad moderna en nuestro hermoso país.

La filosofía, según él, es impulsar el desarrollo del sitio según un modelo de “economía circular”, en el que la cultura, los recursos humanos, el paisaje remoto y el servicio de primera son la prioridad.

Las carpas parecen habitaciones de hotel de cinco estrellas.

Para ello, se ha realizado un importante trabajo con la población formada por 25 familias del pueblo en la formación de los jóvenes y en el rescate de las tradiciones locales. La gastronomía es un ejemplo.

De la mano de la chef regional Mariana García del Río, los ingredientes ancestrales, como el maíz y la quinua, y las recetas auténticas del pueblo adquieren un enfoque gourmet y un toque de cocina molecular.

“Creo que revalorizar nuestros ingredientes ancestrales y valorar lo saludable y lo que brinda la tierra es fundamental para que sigamos promoviendo nuestra cultura”, dice García del Río.

Con tarifas diarias desde $ 682 para dos, que incluyen todas las comidas y recorridos, el glamping promete ofrecer experiencias como visitar la cooperativa Cachi del Chincho y participar en el proceso de extracción de sal. Et, encore, y voir le lever et le coucher du soleil, quelque chose d’impensable auparavant, car les visiteurs allaient et venaient le même jour de Salta ou de San Salvador de Jujuy parce qu’il n’y avait nulle part où passer la noche.

Los tours incluyen observación de estrellas con guías astronómicos expertos, un recorrido por las marismas con explicaciones geológicas y una experiencia fotográfica personalizada, una visita al pintoresco pueblo de Purmamarca y una caminata ligera por las coloridas montañas. También es posible realizar una excursión a la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2003, que alberga pueblos andinos y ruinas preincaicas.

El camino a las Salinas Grandes ya marca el inicio de la aventura. Las Salinas Grandes se encuentran a más de 1.400 kilómetros de Buenos Aires. El aeropuerto más cercano es el aeropuerto de San Salvador de Jujuy, a 131 km. También existe la posibilidad de volar a Salta, la ciudad más grande de la región, pero más allá – 248 km.

Desde Jujuy, el viaje pasa por la montaña Sete Colors, el pueblo de Purmamarca y la famosa Cuesta de Lipán, un tramo empinado y zigzagueante de la Ruta Nacional 52, que conecta el norte de Argentina con el desierto de Atacama en Chile. Pristine Salinas Grandes es el primero de los cinco proyectos de la marca en Argentina.

Aún quedan más aventuras en destinos como el Valle do Uco, Mendoza y el Parque Nacional Esteros del Iberá, conocido como el “Pantanal Argentino”. “La idea es transformar nuestro país en: ‘Argentina, el primer destino de glamping del mundo’”, explica Languasco Basy.