El nuevo Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía debe promover vínculos con la comunidad internacional, especialmente en América Latina, entendiendo problemas y experiencias comunes. Este fue el primer punto fuerte que el ministro Silvio Almeida hizo sobre los objetivos de su gestión al frente de la cartera, durante el III Foro Mundial de Derechos Humanos este miércoles (22), en Buenos Aires.
Durante una breve visita a Argentina, el Ministro participó de la mesa «La lucha de los pueblos por la dignidad en los nuevos contextos democráticos», junto a los Subsecretarios de Derechos Humanos de Colombia, Juan Manuel Morales, y de Chile, Xavier Altamirano Molina, y el secretario de derechos, Horacio Pietragalla.
Reunión de autoridades con la presencia del Ministro Silvio Almeida, en el Centro Cultural Conti, en la ex Esma. / Secretaría de Derechos Humanos de Argentina
«Uno de los objetivos del Ministerio de los Derechos Humanos y de la Ciudadanía de Brasil, que tengo el honor, por designación del Presidente Lula, de dirigir, es precisamente fortalecer los vínculos con la comunidad internacional, y en particular y necesariamente con los países de América Latina. América”, dijo el ministro.
“Este es uno de los objetivos fundamentales para que podamos, al mismo tiempo, lograr que la noción misma de humanidad, que ha sido la base de la construcción de la política, y la idea misma de hombre de derechos humanos, comiencen a resurgir. abarcar lo que [Ailton] Krenak dice que estas son las personas que han sido expulsadas del club de humanidad. Un club al que no fuimos invitados, y al que entramos porque forzamos la puerta”, subrayó. “Por cierto, lo que marca nuestra identidad latinoamericana es precisamente eso: la lucha, la resistencia.
Otro punto citado como objetivo de gestión por Silvio Almeida fue el establecimiento de una norma de actuación en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a fin de dar seguimiento a los lineamientos, decisiones y sentencias de la CIDH. Para ello, crear “autoridades para la solución amistosa de conflictos internacionales” y hacer valer la soberanía en el escenario internacional.
El tercer punto fue la institucionalización de las políticas de derechos humanos, para que “no sea sólo política de gobierno, sino política de Estado”. Para ello, busca involucrar a todos los demás ministerios y fortalecer la defensa del servicio público.
“Brasil pasó por una nueva tragedia en los últimos 4 años, y teníamos políticas públicas esenciales salvadas por un cuerpo burocrático estable. Por ejemplo, los funcionarios de carrera del Ministerio de Salud, que salvaron la salud en Brasil”, dijo entre aplausos entusiastas. También citó a funcionarios de política ambiental de carrera que impidieron que escalara el genocidio de los pueblos indígenas, en el caso de la Funai.
“Ves, hay que pensar en la importancia de defender el servicio civil y la importancia de tener funcionarios de carrera”, concluyó.
Para ello, el ministro prevé lanzar un seminario de participación ciudadana “para discutir el modelo ideal de administración pública para la conducción de la política de derechos humanos”, desde la estructura burocrática hasta el presupuesto. “¿Cómo organizar el Estado y sus instituciones para promover los derechos humanos? ¿Qué necesitamos para esto?” Mencionó algunas de las preguntas guía.
Almeida también subrayó el objetivo de acercar el debate sobre derechos humanos al debate económico.
“Son políticas de vivienda y asistencia social, pero también políticas de empleo y de ingresos, políticas de salud. Tenemos que coordinarnos con otros ministros”, dijo. “Necesitamos una discusión seria sobre empresas y derechos humanos. Necesitamos discutir este tema”, dijo, seguido nuevamente por aplausos.
Intereses compartidos
El encuentro tuvo lugar en la sede principal del Foro, la ex Esma, un edificio recuperado por organizaciones de derechos humanos en Argentina que funcionó como centro clandestino de detención durante la dictadura, cuando funcionaba como la ‘Escuela de Mecánica Armada’.
El ministro dijo que se sintió inspirado por las conversaciones bilaterales, especialmente porque obtuvo una mejor comprensión de las políticas públicas y los movimientos destinados a reparar los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura argentina.
“Me doy cuenta que la política nacional de cada uno de nuestros países en materia de derechos humanos tiene una vertiente fundamental, que es la lucha contra uno de los efectos más visibles y perversos de la herencia colonial que son los regímenes dictatoriales”, dijo. «Sin embargo, quiero ofrecer una reflexión sobre la necesidad de mirar siempre nuestro punto de partida, para que podamos ir más allá».
En ese sentido, destacó lo que llamó tres consonantes estructurales que marcan una historia común de los países de la región: el legado directo del colonialismo, la desigualdad; el autoritarismo, opuesto a la participación popular en los procesos políticos; y racismo.
“Nuestros países tienen el racismo como elemento fundamental en la formación de jerarquías sociopolíticas”, dijo el ministro. “A menudo digo, medio en broma, pero en parte científicamente, que el colonialismo, la desigualdad y las invasiones hicieron necesario crear un elemento que no existía en América Latina: los blancos”.
“Era fundamental crear este tipo de parametrización de las relaciones raciales para facilitar los procesos de dominación, naturalizar las desigualdades y hacer cotidiano el asesinato de indígenas y negros en nuestro continente”, dijo Almeida al señalar que estas referencias se encuentran en documentos e incluso novelas fundacionales de los países.
Marielle Franco en imágenes
Al término de su viaje a Buenos Aires el miércoles, el ministro Silvio Almeida asistió a la fiesta de presentación del libro Marielle Franco – una fotobiografíaen el Parque da Memória, otro espacio dedicado a la memoria de las víctimas de la dictadura argentina, a orillas del Río de la Plata.
Mónica Benicio, regidora de la ciudad de Río de Janeiro y viuda de Marielle Franco, también estuvo presente en el evento, organizado por la comunidad brasileña de Buenos Aires, por el colectivo militante Passarinho.
Silvio Almeida y Monica Benicio en un acto en honor a Marielle Franco en el Parque da Memória, en Buenos Aires. / Fernanda Paixão
“Hablar de esta mujer que se convierte en símbolo es entender la importancia de esta construcción de la memoria y lo que representa la imagen en ese sentido”, dijo Mónica Benicio durante el evento. Dijo que a Marielle le gustaba tomar fotos, a diferencia de ella, y que esos son los recuerdos que quedan de Marielle. “No podemos hablar de justicia sin memoria, ni de construcción de la verdad sin memoria”. También se refirió a las paredes pintadas y graffiti de Marielle Franco en todo el mundo.
En el discurso final, el ministro Silvio Almeida citó la tragedia del concejal asesinado en un contexto de degradación institucional y social de la sociedad brasileña.
“Este evento es la fusión de todos los problemas de nuestra América Latina”, declaró el ministro, refiriéndose al asesinato de Marielle Franco. “No hay justicia sin memoria, es verdad. Pero hoy aprendí algo muy bonito: no hay memoria sin justicia”.
Montaje: Rodrigo Durao Coelho
