La identificación con Argentina es tal que muchos se equivocan, pero el ex portero Navarro Montoya nació en Colombia. Otro recordatorio olvidado es su influencia en Rogério Ceni. El técnico campeón del Flamengo brasileño reveló en su libro Penal Maioridade que fue la efectividad de Montoya en los cambios de balón de Boca Juniors lo que lo animó a entrenar con los pies, y la admiración también pasó por los llamativos uniformes que copió Rogério cuando ya era titular. con el gol de São Paulo.
Montoya se define hoy como «futbolista, portero, entrenador, preparador físico, conferenciante, director, asesor y consultor deportivo». Su novedad en Buenos Aires es la llegada de un Centro de Fútbol que capacitará a los porteros (¡y porteros!) Desde los seis años «con la metodología más adecuada y moderna».
Logotipo de la escuela de tutores de Navarro Montoya en Argentina
Imagen: Divulgación
Entre las tareas necesarias para el establecimiento de su espacio en la capital bonaerense, Montoya aplaudió la noticia del título de Rogério Ceni con el Flamengo: «Es un logro, sin duda», comentó el ex portero del meta de 54 años. , a la columna.
«Para él repetir como técnico el éxito que ha tenido como deportista es algo que merece mucho respeto. El brasileño es un apasionado del fútbol como el argentino, la mirada es demasiado exigente, pero el reconocimiento debe existir».
Montoya habla a sabiendas. Tras cerrar ocho años la portería de Boca y pasar también por Vélez Sarsfield, Indepediente y Athletico Paranaense, probó suerte como técnico de Chacarita Juniors y solo duró seis meses.
Una experiencia así hace que Rogério sea aún más admirador: «Fue un portero que marcó una temporada, y este éxito como técnico dice mucho de su perseverancia y su competencia en nuevos entornos», dijo.
La mirada diplomática de Montoya es famosa en Argentina. Un portero extremadamente disciplinado, ha juzgado a la prensa española y ha capeado los furúnculos como líder de Boca. Un lema que sigue repitiéndose en Twitter es «el fútbol une». En esta línea, aprueba la llegada de técnicos como Hernán Crespo y Ariel Holan a Brasil.
Apodo «mononucleosis infecciosa«(‘mono’) conquistado con acrobacias bajo los postes, ahora se aplica a las respuestas rebotantes a las controversias:» El intercambio de ideas será valioso para clubes y entrenadores, Brasil y Argentina son gigantes, y este enfoque es bueno para ustedes en todo el Sur America. Todos ganan «.
¿Y el ídolo de Rogério Ceni ve al estudiante conduciendo en Argentina? «Ahora es campeón, tendrá el poder de decisión. Argentina siempre ha absorbido y desarrollado conocimiento, la pandemia está ahí, claro, pero el país sigue abierto a todo el que esté interesado», concluyó Montoya, él mismo un ejemplo práctico de lo que dice.
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