Después de todo, ¿qué es el cannabis? ¿La legalización es buena para la economía, buena para la salud o ambas?

Lo que me faltaba». Paulo Fernández, alcalde de Fundo, respondió desinteresadamente a dos jóvenes del festival BOOM que se le acercaron para hablar de cannabis medicinal. En la puerta se dieron cita en el festival los jóvenes entusiastas de las plantas, los españoles José Maravar y Alfacinha Francisco Amaral, son famosos por promover estilos de vida alternativos, pero están asociados con el consumo de una amplia variedad de sustancias, no todas las cuales son legales.

En 2018, Marawar era propietario único con licencia para cultivar cáñamo, una versión legal del cannabis, sin el popular THC, el componente responsable de sus efectos psicoactivos. A su vez, Francisco trabajó durante cinco años en la gestión de plantaciones en California y en una pequeña empresa procesadora de cáñamo, 7 Irmas. Desde entonces, han pasado casi seis años, Luis Silva se unió al dúo que conocieron en una incubadora de empresas local, y Cannabeera, una empresa de cannabis medicinal, creció entre Delhado y Altia Nova do Cabo, rodeada y asentada en las montañas. Una inversión de alrededor de 6 millones de euros.

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