¿Por qué volvió a la política electoral y renunció al cargo de embajador?

Cuando me llamó (la gobernadora) María Eugenia (Vidal) para volver a acompañarla en la provincia, no lo dudé un segundo. Tengo un compromiso con el espacio, con el equipo que conformo. Yo nací en Mar del Plata y siempre viví en San Isidro. Ayudar a seguir transformando era un buen desafío y además me gusta.

¿Esto significa que volvería a competir por la intendencia de San Isidro, como en 2015?

Hoy no voy hablar de eso...mi preocupación es la provincia. Es aventurado hablar de una competencia en San Isidro. Mi principal desvelo son los problemas con que me encuentro a diario.

¿Cuáles son los reclamos que más escucha de la gente?

Lo que atraviesa todo es la droga, y atraviesa desde distintos lugares. Desde la madre que dice que su hijo enfermo le robó las zapatillas hasta la que te cuenta que un chico recuperó su libertad y está buscando trabajo. Nos dicen mucho que no aflojemos con el tema y piden prestar atención a la corrupción policial. Todo eso es una gran preocupación y ven claro la postura que tomó María Eugenia. Y no se pierde la capacidad de asombro: capturan 500 kilos de droga y hoy se lee en la página 26, cuando hace 30 años yo trabajaba en Tribunales y por un kilo íbamos todos a verlo.